domingo, 5 de septiembre de 2010

Ruiz-Mateos entra en el Consejo del brandy por un lapsus en la votación

Nueva Rumasa arrebata uno de los nueve vocales a Fedejerez por un descuido de la patronal bodeguera, que no depositó en las urnas los votos de una de sus bodegas

La proclamación el lunes de los nuevos vocales del Consejo Regulador del Brandy de Jerez despejará las dudas entorno a la decisión que finalmente adopte la junta electoral central sobre la única incidencia registrada en las elecciones celebradas el pasado viernes, y que demoró hasta última hora de la noche el recuento de votos. 

En condiciones normales, Fedejerez no debía haber tenido demasiados problemas para ocupar los nueve sillones del pleno de la institución de la bebida espirituosa jerezana, pero un descuido en la votación, al parecer del apoderado por la patronal bodeguera, provocó un vuelco en la votación para propiciar la entrada inesperada en el máximo órgano de decisión del Consejo Regulador de Nueva Rumasa, grupo empresarial bajo el que se agrupan las bodegas de la familia Ruiz-Mateos (Garvey, Zoilo Ruiz-Mateos, Valdivia...).

Pese a que Fedejerez -la federación que reúne a la mayoría de las bodegas del Marco, entre ellas, González Byass, Beam Global, Estévez, Caballero-Lustau, Osborne, Williams & Humbert...- mantiene su hegemonía con holgura con estos resultados, el asunto ha generado malestar en el sector bodeguero afectado, que no se explica cómo han podido traspapelarse los votos de una de las firmas asociadas -la sanluqueña Argüeso, a la que correspondían veinte millones de votos ya que en el brandy se conceden votos por cada litro expedido en los dos últimos años y por las categorías de la bebida- entre que el apoderado presentó las credenciales y el momento de votar.

Lo cierto es que al cierre de las urnas los votos no habían sido depositados en las urnas y, a priori, se antoja difícil que la junta electoral acepte variar el resultado que deparó el recuento oficial de votos. Según la información a la que ha tenido acceso este medio, desde la patronal bodeguera exigen una solución al problema, que consideran un malentendido, para que se dé validez a los veinte millones de votos 'extraviados', lo que daría a la patronal bodeguera el monopolio del Consejo del brandy en detrimento de la vocalía que ha ido a parar a manos de Nueva Rumasa. Con la ley electoral en la mano, el asunto tiene difícil solución. 

La familia Ruiz-Mateos, que gracias a este lapsus ha logrado un pleno en sus aspiraciones de incorporarse a la disciplina de los consejos reguladores del vino y el brandy, se ha pronunciado en alguna que otra ocasión en favor de equiparar el brandy al vino de Jerez para que obligatoriamente la materia prima con la que se elabora sea del Marco.

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