martes, 3 de junio de 2008

Los ‘Jaime I’ reconocen a Salvador Barberá, dedicado a la teoría de la elección social

El jurado, del que forman parte dieciocho premios Nobel, ha reconocido los trabajos de este investigador catalán, centrado en el análisis de las reglas que llevan a la toma de decisiones en las sociedades.
La investigación sobre la toma de decisiones es lo que esta vez ha reconocido el jurado de los premios Jaime I al galardonar a Salvador Barberá (Barecelona, 1946) en la categoría de Economía. Su campo de investigación se ha centrado en los procesos de decisión de las sociedades, tanto en sus aspectos de racionalidad como de incentivos.

Las contribuciones de Salvador Barberà han consistido en el estudio, diseño y caracterización de las reglas de elección social no manipulables, que se aplican en diferentes contextos, como por ejemplo la elección de candidatos, el reparto de pérdidas y ganancias, la determinación de los niveles óptimos de provisión de bienes públicos o la asignación de plazas escolares.
Barberá se licenció en Economía en la Universidad de Bilbao en 1968 y se doctoró en Economía por la Autónoma de Barcelona y la Northwestern University en 1975.

Ha dado clases en la Autónoma de Madrid, en la Universidad del País Vasco, en la Universidad de Asturias, y en la Autónoma de Barcelona, de la que es catedrático de Fundamentos de Análisis Económico. Es doctor honoris causa por la Universidad Pablo Olavide y fue el primer profesor de una universidad española elegido Fellow de la Econometric Society.

Tras conocer la decisión del jurado, Barberá dijo que el galardón supone un “reconocimiento importante” tanto para su persona como “para el tipo de economistas y de personas que defienden una manera de hacer” que apuesta por “la internacionalización y la investigación”, y que, según dijo, ha “procurado propugnar a lo largo muchos años”.

Otras categorías
El Jaime I de Investigación Básica ha correspondido al valenciano José Bernabéu Alberola, primer físico que formó parte del equipo de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN).

En Investigación Médica, el premio ha sido para José Baselga, jefe del servicio de Oncología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. El de Protección del Medio Ambiente ha recaído en el doctor en ciencias Geológicas Miquel Canals, que ha centrado su carrera en el estudio de los océanos desde el punto de vista del cambio climático.

En la categoría de Nuevas Tecnologías se ha reconocido la labor de José María Benlloch, doctor en Física de Partículas, por su aplicación a la medicina.

Por último, el de Urbanismo, Paisaje y Sostenibilidad se ha concedido a Manuel Solá-Morales, catedrático de Urbanismo de la Universidad de Barcelona, que ha estudiado diferentes aspectos del crecimiento urbano.
Los premios se entregarán el próximo otoño, en un acto que contará con la presencia de la Familia Real.

La ‘paradoja’ de investigar temas que se creían resueltos
En el acto de proclamación de los Jaime I, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, destacó la “paradoja” de que la investigación actual se centre en cuestiones “que se creían ya resueltas” y señaló entre ellas “el agua, la energía y los alimentos”.

Precisamente, la declaración del jurado, que se presentó hace dos días, reclamaba la necesidad de que el agua dulce se convierta en Patrimonio de la Humanidad, para incidir en la necesidad de proteger especialmente un recurso imprescindible para la vida, pero que es muy escaso.

Camps señaló que su generación creció con el impacto mediático de la llegada del hombre a la Luna y parecía que “teníamos resueltas las cuestiones esenciales”, pero que, años más tarde, “estamos preocupados por asuntos que no sólo afectan a los pueblos sino a escala planetaria, a los miles de millones de seres humanos que dentro de nada tendremos que compartir agua, energía y alimentos”.

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