sábado, 7 de marzo de 2009

Mercé y Cepero, el orgullo de ser de Jerez

ACABA de finalizar el XVII Festival Flamenco que organiza cada año la Obra Social de Caja de Ahorros de Madrid. Es inevitable que cada año, a lo largo del Festival, nos encontremos con una o varias intervenciones de algún artista de nuestra ciudad en cabeza de cartel, no sólo por el lugar privilegiado que nuestros artistas tienen, sino por la demanda que el público madrileño, el más respetuoso y sabio de los espectadores que en el mundo tiene el flamenco, hace de nuestros artistas. Este año, con luz propia, han actuado La Macanita, Moraíto, José Mercé y Paco Cepero. De lo mejorcito que tenemos, sin querer por eso olvidar a otros brillantes artistas del flamenco jerezano. Y ha servido además para presentar a los madrileños el nuevo Teatro del Canal, una nueva e ingente obra, multimillonaria, que el PP ha levantado en el centro de Madrid.

A José Mercé le fue entregado el Galardón Flamenco "Calle de Alcalá 2009", uno de los de mayor prestigio de este mundillo y que en el 94, el primero que se entregó, fue a parar a manos de su pariente Manuel Soto 'Sordera de Jerez'. El galardón Calle de Alcalá pretende premiar a aquellas grandes figuras del flamenco que, aún en vida, hayan realizado su carrera artística en Madrid. Precisamente en el año 2004 le fue concedido este galardón a Paco Cepero, que se pasó en Madrid 36 años dándole prestigio a la guitarra. El premio fue entregado y presentado por el poeta Félix Grande, que pronunció unas bellísimas palabras, no sólo para el perfil del premiado, del que dijo lo mejor, sino también para la ciudad de Jerez. No pude tomar nota exacta de lo que Grande dijo, pero aseveró que "no sabía con exactitud si la ciudad de Jerez es grande e importante por los flamencos y artistas que salen de la tierra, o es que los flamencos son importantes por ser de Jerez". Fueron palabras acertadas que, junto a unos versos de Manuel Machado, hilvanó un poema preciosísimo para nuestra ciudad.

Puesto en suerte por Félix Grande, la noche fue totalmente jerezana. La mitad de la misma correspondió a Paco Cepero y la otra mitad a Mercé, con Moraíto. Fue pletórica. Y el teatro se caía de los aplausos del respetable. Pocas cosas puedo añadir yo al importante historial de artistas que tienen estos personajes, que el lector no conozca ya. Cepero estuvo muy brillante, delicado cuando tuvo que serlo y fuerte y temperamental cuando hubo de ser así. Está en plenitud de gozo y satisfacción y "a pesar de mi edad" se encuentra a gusto en cada una de sus interpretaciones. Cada una de sus creaciones puso el teatro boca abajo, válgame la expresión, porque supo hacer en su largo concierto lo que pocos guitarristas son capaces: poner el sentimiento y su gran conocimiento en el gusto del público. Una gran noche de Cepero.

Pocos calificativos se pueden ahorrar a la intervención de Mercé. Todo lo hace con un conocimiento, con un poder, con una voz, con un quejío que ningún otro artista de actualidad puede poner sobre las tablas. Moraíto Chico le ha cogido el son de una manera perfecta y los dos artistas se compenetran sobre el escenario de forma maravillosa. Es un deleite y una satisfacción poder oír a Mercé con plenitud.

Por todo ello, el titular: pueden existir razones diversas para sentirse orgulloso de ser de Jerez. Pero sin querer ser excesivamente chauvinista, cuando dos artistas como los mencionados ponen un cierre de oro a un magnífico festival, y la gente de Madrid se entera de que estos prodigios son de Jerez, uno saca el pecho y se atreve a decir: así es mi tierra.

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