jueves, 19 de marzo de 2009

Tiempo de reflexión en el brandy

La denominación específica del espirituoso jerezano soporta tensiones 'marquistas', como la de Osborne, y propuestas de que sea denominación de origen en un futuro, como defiende Garvey

La denominación específica brandy de Jerez se encuentra sometida, posiblemente, a las mayores tensiones que ha conocido desde que echó a andar oficialmente, allá por el verano de 1987. La decisión de Osborne de sacar de factosu marca 'Veterano' de la denominación al bajar su grado de 36 a 33 va mucho más allá de la anécdota, ya que puede abrir el camino para otras casas o incluso el propio grupo portuense -con el portafolio 'repleto' de marcas- podría tomar una decisión similar con algún otro nombre ilustre de su catálogo (de hecho, en el sector se habló de que '103' iba a seguir el mismo camino). 

En el lado contrario, posiblemente sin pretenderlo, se encuentra Garvey, después de las recientes declaraciones a este medio de su director general, Alfonso Ruiz-Mateos, en las que, de alguna manera, apostaba por la evolución de la denominación específica (en la que no es necesario que la materia prima sea de la zona) a denominación de origen (con materia prima y crianza obligatoria de la zona).

El debate de fondo es si el 'traje' con el que actualmente se viste la denominación específica Brandy de Jerez es el más adecuado, casi 22 años después de que se regulara, o si la situación actual hace que se estén abriendo las costuras de ese 'traje', por seguir con el ejemplo, y a marcas con el nombre hecho (como 'Veterano', indudablemente) desde mucho antes de que naciera propiamente la denominación les aporta lo suficiente hoy por hoy su adscripción a 'brandy de Jerez'. Ese es el debate, un debate que está abierto. Desde el Consejo Regulador, Evaristo Babé afirma que es importante no devaluar la denominación y que se abra un período de reflexión, tanto en la institución como en las bodegas, aunque deja claro que acaba de pasar el momento (al menos el más indicado) para haber solicitado una medida como la reducción de grado, ya que le corresponde a la Unión Europea, mediante reforma del reglamento comunitario, adoptar una decisión de esa envergadura sobre el brandy, es algo que no está en mano ni del Consejo Regulador ni siquiera del Gobierno central. Con este panorama, el Consejo Regulador tiene ahora mismo poco margen de maniobra, salvo seguir luchando por que mantenga altas cotas de prestigio... pero poco más, ya que al final son las casas las que deciden. Y por lo pronto Osborne ha decidido que una de sus principales marcas vaya a bajar a 33 grados y se sitúe fuera de la denominación específica y del uso del nombre brandy, ya que en los próximos meses saldrá al mercado como 'bebida espirituosa'. Desde el grupo portuense se ha destacado que se trata de actualizar la marca, darle otra oportunidad, en definitiva, pero la competencia no lo ve así, al menos no exactamente, ya que se apunta a que detrás de la baja de grado se persigue pagar menos impuestos (esto es así, automáticamente) y que incluso más adelante nada impediría a Osborne elaborar 'Veterano' a partir de otras materias primas más baratas que el destilado de vino (en principio es mera especulación) al dejar de etiquetarse como brandy.

Por lo que respeta a la opinión de Garvey, efectivamente, enlaza con el mejor de los mundos posibles: ¿Por qué comprar destilado de vino de La Mancha pudiendo hacerlo en Jerez? Bueno, lo cierto es que la nueva OCM no favorece que La Mancha siga siendo el gran suministrador, desde luego no a los precios actuales, pero hay muchos intereses contrapuestos. De entrada, varias de las grandes bodegas del Marco tienen destilerías en Tomelloso (Ciudad Real) y, desde luego, las 50.000 hectáreas que necesitaría el brandy de Jerez no surgen de un día para otro, igual que la reglamentación necesaria. 

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